sábado, 26 de noviembre de 2011

AUTORRECHAZO



Estaba allí desde el primer momento, en la adrenalina que circulaba por las venas de tus padres cuando hacían el amor para concebirte, y después en el fluido que tu madre bombeaba a tu pequeño corazón cuando todavía eras sólo un parásito.

Llegué a ti antes de que pudieras hablar, antes aún de que pudieras entender algo de lo que los demás te decían. Estaba ya, cuando torpemente, intentabas dar tus primeros pasos ante la mirada burlona y divertida de todos. Cuando estabas desprotegida y expuesta, cuando eras vulnerable y necesitada. 

Aparecí en tu vida de la mano del pensamiento mágico; me acompañaban...las supersticiones y los conjuros,los fetiches y los amuletos...las buenas formas, las costumbres y la tradición...tus maestros, tus hermanos y tus amigos ...

Antes de que supieras que yo existía, yo dividí tu alma en un mundo de luz y uno de oscuridad. Un mundo de lo que está bien y otro de lo que no lo está. Yo te traje tus sentimientos de vergüenza, te mostré todo lo que hay en ti de defectuoso,de feo, de estúpido, de desagradable. Yo te colgué la etiqueta de "diferente", cuando te dije por primera vez al oído que algo no andaba del todo bien en ti.

Existo desde antes de la conciencia, desde antes de la culpa, desde antes de la moralidad, desde los principios del tiempo, desde que Adán se avergonzó de su cuerpo al notar que estaba desnudo ... y lo cubrió!

Soy el invitado no querido, el visitante no deseado, y sin embargo soy el primero en llegar y el último en irme. Me he vuelto poderoso con el tiempo, escuchando los consejos de tus padres sobre cómo triunfar en la vida.

[...]

Y ahora, por fin, poderoso como soy y por el simple hecho de ser mujer, de ser negra, de ser judía, de ser homosexual, de ser oriental, de ser discapacitada, de ser alta, bajita o gorda...puedo transformarte...en un montón de basura, en escoria, en un chivo expiatorio, en la responsable universal, en una maldita bastarda desechable.

[...]

Para ayudarte a ti y a tu descendencia, me disfrazaré de perfeccionismo, de altos ideales, de autocrítica, de patriotismo, de moralidad, de buenas costumbres, de autocontrol.

La pena que te causo es tan intensa que querrás negarme y, para eso, intentarás esconderme detrás de tus personajes, detrás de las drogas, detrás de tu lucha por el dinero, detrás de tus neurosis, detrás de tu sexualidad indiscriminada. Pero no importa lo que hagas, no importa a dónde vayas, yo estaré siempre allí. Porque viajo contigo día y noche sin descanso, sin límites.

Yo soy la causa principal de la dependencia, de la posesividad,
del esfuerzo, de la inmoralidad, del miedo, de la violencia, del crimen, de la locura.

Yo te enseñé el miedo a ser rechazada, y condicioné tu existencia a ese miedo. De mí dependes para seguir siendo esa persona buscada, deseada, aplaudida, gentil, y agradable que hoy muestras a los demás. De mí dependes porque yo soy el baúl en el que has escondido aquellas cosas más desagradables, más ridículas, menos deseables de ti misma.

Gracias a mí, has aprendido a conformarte con lo que la vida te da, porque después de todo, cualquier cosa que vivas será siempre más de lo que crees que mereces.


Has adivinado, ¿verdad? Soy el sentimiento de rechazo que sientes por ti misma. Recuerda nuestra historia...

Todo empezó aquel día gris en que dejaste de decir orgullosa:
¡YO SOY!
Y, entre avergonzada y temerosa, bajaste la cabeza y cambiaste tus palabras y actitudes por un pensamiento:
YO DEBERÍA SER...


Texto: Jorge Bucay - Autorrechazo


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