Las cuatro patas de mi cama
pueden llegar a soportar
toneladas de bipolaridad.
Sabemos que mueres de ganas
de que acorrale con los dientes
los salientes de tus caderas...
Y me suplicas que lo apague,
que no son horas de fumar
en la cama, en la misma cama
en que también me confesaste
que tienes miedo de las luces
y de que te deje caer
de que me empieces a querer...
Y esta antítesis total nos mantiene cerca.
Si después de derrocar a la antigua reina
llegas anunciando paz, una nueva era;
Me cubro de amuletos, cubro los espejos
y me comprometo a no volver hacia atrás,
a no esconderme detrás de una vieja gloria...
Mira qué irónicas las cosas,
mientras huía del altar
fuí cosiendote a mi clavícula...
pueden llegar a soportar
toneladas de bipolaridad.
Sabemos que mueres de ganas
de que acorrale con los dientes
los salientes de tus caderas...
Y me suplicas que lo apague,
que no son horas de fumar
en la cama, en la misma cama
en que también me confesaste
que tienes miedo de las luces
y de que te deje caer
de que me empieces a querer...
Y esta antítesis total nos mantiene cerca.
Si después de derrocar a la antigua reina
llegas anunciando paz, una nueva era;
Me cubro de amuletos, cubro los espejos
y me comprometo a no volver hacia atrás,
a no esconderme detrás de una vieja gloria...
Mira qué irónicas las cosas,
mientras huía del altar
fuí cosiendote a mi clavícula...
© Marta Ruiz Vera
2013
Siempre es inspirador visitar tu blog. Feliz Octubre.
ResponderEliminarMagnífica Marta, sublime.. me has alegrado el domingo!!
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